Colon irritable

Dic 2, 2019

¿Cuáles alimentos nos ayudan? ¿Qué debemos evitar? ¿Qué comer?

El colon irritable es un conjunto de síntomas que padecen muchas personas (últimamente, sobre todo jóvenes) y que se manifiesta con alteración de la movilidad y de la función intestinal, y que podría estar relacionada con el estrés y/o alarma ante situaciones de la vida diaria. 

En muchos casos, agravan o provocan los síntomas el alto consumo de alimentos ultraprocesados que contienen grandes cantidades de aditivos químicos (colorantes saborizantes, edulcorantes, etc.) y muy pocos nutrientes protectores. También el elevado consumo de alimentos con trigo y sus harinas (por su gran contenido en gluten); lácteos, yogures y quesos convencionales; exceso de carnes; dulces y azúcar; bebidas frías e inadecuadas; la mala combinación entre los alimentos, comer apurado, sin masticar… y una mención especial (de desagravio) para la comida rápida por ser “basura” para todos…   

Las personas que lo padecen presentan dolor cólico que sube y baja de intensidad, alternan entre estreñimiento y diarrea, malas fermentaciones intestinales con gases. Están irritables. Pueden padecer diarreas intermitentes que causan sensación de ansiedad y nerviosismo por la imperiosa y urgente incontinencia fecal.

La medicina convencional indica antidiarreicos, espasmolíticos, ansiolíticos entre otros medicamentos que mitigan el cuadro, pero no lo solucionan. Se agrava la situación ante la dependencia de estas sustancias, de las que cada vez se requiere más variedad y cantidad.

La medicina y la alimentación naturista trabaja sobre las causas del trastorno, se trata de paliar los síntomas y de buscar el origen. Hay algo que la persona no es capaz de metabolizar en su vida, que no digiere, alguna circunstancia que queda ahí y la irrita internamente.

Desde la alimentación naturista, dependiendo de cada caso en particular, en general recomendamos:

  • Tratar de utilizar alimentos de procedencia agroecológicos siempre que sea posible. Por suerte hoy tenemos los agroecológicos de precios justos.
  • Disminuir la ingesta, comer menos y comer mejor. Alivia comer menos y más
    seguido que ingerir comidas copiosas.
  • Comer despacio, sentado, sin pantallas de ningún tipo, con tranquilidad y
    masticando detenidamente (30 veces) cada bocado. Si no hay tiempo para
    masticar, esperar a tenerlo para comer.
  • Es muy importante la excelente combinación de los alimentos entre sí.
  • Eliminar el trigo en todas sus formas, aunque sea integral.
  • Veremos cómo es la tolerancia de cada uno a los cereales integrales: arroz, avena, quinoa, mijo, maíz (polenta), harina de sarraceno, cebada. Si se toleran bien se deben dejar en remojo 24 h. antes de cocinarlos (siempre tirar el agua de remojo).
  • Las legumbres generalmente se toleran muy mal. Se incorporarán más adelante.
  • Evitar de momento, los vegetales que no se toleran hasta poder incorporarlos de a poco. Tampoco usar coles, cebollas, puerro…
  • Dependiendo del tránsito intestinal, probar intercalando arroz blanco e integral
    (Basmati) y el resto de los cereales que se toleren bien con verduras cocidas al
    vapor: zapallo, zapallito y zucchini (sin piel y sin semillas). Ver la tolerancia a las
    papas y batatas bien cocidas al vapor con sus cáscaras, luego pelarlas. Algunas
    verduras crudas suelen tolerarse bien: tomates (sin piel y sin semillas), zanahoria
    rallada finita, palta. 
  • Las frutas frescas y su uso dependen de los episodios de diarrea/constipación. Se
    verá en cada caso en particular.   
  • Si se consumen carnes, elegir las de pasturas, pescados salvajes. La carne roja
    muy esporádicamente. El huevo orgánico cocido convenientemente es bien
    tolerado.
  • Suspender lácteos y sus derivados, azúcar de cualquier tipo, y todos los alimentos
    que los contienen.
  • Los fermentos como el kéfir, el miso orgánico, el chucrut son muy adecuados porque restituyen las bacterias buenas del intestino (probióticos) pero, habrá que ir probando en cada uno cómo se tolera.
  • Suprimir los alimentos que puedan desencadenar la sintomatología: trigo, café, té común, cítricos, alcohol, gaseosas, chocolate, especias fuertes, helados…
  • No comer chicle, nada del “kiosco”.
  • El resto de los alimentos como frutas secas, semillas y otros se irán incorporando
    de acuerdo con la tolerancia particular.
  • Ayudan mucho las infusiones de hierbas como melisa, manzanilla, cedrón, rosa
    mosqueta, rooibos, tilo; también la canela, anís estrellado, cardamomo.

En general se sugieren todas las terapias que ayuden a la persona a relajarse, a ser más positiva y optimista. El desaliento, apatía, lamento, tristeza, inquietud y sobreexcitación no contribuyen.

La actividad física regular y moderada, ayuda a eliminar el estrés a la vez que facilita la función intestinal. Se recomienda: bicicleta, yoga, thai chi, chi kung…

La meditación es una gran aliada.