Brócoli
El brócoli, como otros vegetales ricos en nutrientes y agua, ayudan a la salud del hígado promoviendo el funcionamiento de sus sistemas naturales de desintoxicación. Una función hepática saludable, además, promueve una piel sana y hermosa, lo cual hace del brócoli un buen alimento antienvejecimiento. Esta propiedad se debe a que posee una enzima (mononucleótido de nicotinamida) que mejora la energía de las células.
Está estudiado por la ciencia médica de investigación que reduce el riesgo de muchas enfermedades: artritis, cáncer, presión arterial alta, enfermedades renales y cardíacas, diabetes, hígado graso.
Contiene una gran cantidad de fibra saludable que es descompuesta (convertida) por las bacterias intestinales en ácidos grasos de cadena corta (¡son grasas buenas!). Además, la fibra promueve la salud al nutrir a las bacterias intestinales beneficiosas, y activa la producción de células inmunológicas en el aparato digestivo que ayudan a mantener el equilibrio entre la inmunidad e inflamación corporal.
Es muy conocido dentro del ámbito científico por su actividad anticancerígena, efecto atribuido a un compuesto de azufre natural llamado sulforafano. Tanto es así que investigadores sugieren que el brócoli debería ser una parte esencial en una alimentación anticancerígena. En un estudio se descubrió que consumiendo tres a cuatro porciones (alrededor de 10 flores) de brócoli por semana se redujo más de 60 % el riesgo de cáncer de próstata y de vejiga en los hombres.
El sulforafano también influye en las bacterias, por ejemplo, se ha demostrado que el germinado de brócoli inhibe al Helicobacter Pylori, la bacteria que se cree que causa úlceras gástricas.
Hace tiempo que sabemos que el brócoli contiene otra serie de promotores de la salud: los fitonutrientes, compuestos que dan color y sabor a los vegetales y que además los protegen de los rayos ultravioletas, los ayudan a combatir las infecciones bacterianas y micóticas (hongos), les permiten superar las inclemencias y presiones a su alrededor: insectos, sequías, depredadores… Es maravillosa la madre naturaleza ¿no?
Sus flavonoides y ácidos fenólicos, también fitonutrientes, tienen una poderosa capacidad para eliminar los radicales libres dañinos y aliviar la inflamación. El brócoli tiene el doble de vitamina C que una naranja, y casi la misma cantidad de calcio que la leche entera (con una mejor tasa de absorción). También contiene hierro y folato, nutrientes importantes para tener un embarazo saludable.
Se ha comprobado que cuando el brócoli es cocinado ligeramente se optimiza su valor nutricional. De tres a cuatro minutos en un vapor suave mejorará el contenido de sulforafano al eliminar las proteínas que captan azufre e inactivan al sulforafano. Solo con tres a cuatro minutos al vapor suave se conserva la enzima mirosinasa que convierte la glucorafanina en sulforafano. Sin ella, no se podría obtener ninguna cantidad de sulforafano.