Vitamina B12
Frente al deseo de alimentarse correctamente y de no tener carencias, los pacientes vegetarianos y veganos bien informados me consultan ante la diversidad de opiniones que hay dentro de sus grupos de pertenencia respecto de la necesidad de suplementar o no ésta famosa vitamina, cuya deficiencia puede producir la degeneración nerviosa e incluso la muerte.
Las únicas fuentes de B12 activa con posibilidades de absorberse son de origen animal: carnes (blancas, rojas, vísceras, almejas), huevos, leches y derivados: quesos, yogur. Los alimentos de origen vegetal que la contienen: levadura nutricional, todas las variedades de algas, alimentos fermentados (chucrut, miso, tempeh) tienen una B12 análoga. Tanto la de origen animal como la de origen vegetal son estructuralmente similares. Pero solamente la de origen animal son moléculas “activas” de B12, se absorben perfectamente. A la B12 de origen vegetal el organismo no la puede utilizar, no se absorbe, está presente en la sangre (se visualiza en el análisis) da un falso positivo, y puede en algunos casos inhibir la acción de la B12 activa.
Se calcula que alrededor del 80% de los veganos no se suplementan lo que los llevará tarde o temprano a desarrollar una deficiencia clínica o subclínica de B12, según lo explica el Dr. Gabriel Cousens en su libro “Alimentación Consciente”.
La B12 o cobalamina cumple funciones muy importantes en el organismo, siendo las de más relevancia las que desarrolla en el Sistema Nervioso, en el corazón y en el cerebro. Tiene además funciones metabólicas, interviene en el metabolismo de las Grasas, de los Hidratos de Carbono y en la síntesis (formación) de Proteínas. Es necesaria para la fabricación y el buen mantenimiento de la mielina (envoltura de los nervios), para la construcción del ADN, el material genético de todas las células.
La deficiencia de B12 puede producir anemias macrocíticas y una gran cantidad de desórdenes neuropsiquiátricos. Su carencia afecta a casi todos los sistemas del organismo por eso la recomendación es controlar los niveles de manera que no haya carencia, sobre todo en embarazadas, ya que se puede dañar el sistema nervioso del bebé.
Cuando hay deficiencia se pueden ver afectados tanto vegetarianos como omnívoros ya que la carencia puede relacionarse con inconvenientes en la absorción intestinal debido a que su absorción es muy compleja. Quienes se alimentan con una dieta omnívora y pasan a una vegetariana suelen tener reservas de B12 para unos 3 a 5 años. Siempre y cuando el organismo no se haya visto colapsado por estrés, infecciones o grandes demandas de la vitamina.
Los síntomas que aparecen ante la carencia de B12 son:
- Baja energía, fatiga, temblores, debilidad.
- Diarrea, alternando con constipación, pérdida de peso, dolor abdominal.
- Fiebre, infecciones del aparato respiratorio, palpitaciones.
- Infertilidad e impotencia.
- Dolores dentro de la cavidad bucal y de la lengua.
- Canas prematuras, bajos glóbulos blancos y plaquetas.
- Complicaciones en el embarazo y en el bebé.
- Crecimiento de las membranas mucosas de la boca, vagina y estómago.
Para controlar los valores en sangre es necesario pedir en el análisis además del recuento de B12, B6 y B9 (ácido fólico), el de Homocisteína, que es un parámetro que puede ser un marcador de la deficiencia. También la medición del ácido metil malónico en orina es un marcador, pero generalmente las obras sociales y la mayoría de las medicinas prepagas no lo cubren, salvo casos especiales. De todos modos, hay que intentarlo.
Es muy importante que quienes toman la decisión personal de seguir una alimentación sin alimentos de origen animal, controlen periódicamente sus niveles a través de los análisis mencionados, además de tomar suplementos y de consumir alimentos fortificados con B12. Tener en cuenta que las reservas se agotan y prontamente se desarrolla alguna deficiencia. Las mujeres veganas y vegetarianas que están planificando tener hijos deberán tener mucha atención para no perjudicar la salud de su hijo.
Para leer más: “Vitamina B12 una problemática en dietas vegetarianas”, Alex von Foerster.